Si el dormitorio es para nosotros mismos, la decisión es propia y nos decantaremos por lo que a nosotros mismos nos parezca más adecuado, pero si esa estancia debemos compartirla con otra persona o nuestra pareja, las cosas ya deben de ser distintas; tendremos que consensuar las necesidades, preferencias y gustos de cada uno y llegar a un acuerdo para conseguir que el dormitorio no parezca una campo de batalla haciendo cada uno la guerra por su lado.

Optaremos por unos muebles, decoración y estilo que refleje la personalidad de ambos y a la vez conseguir una estancia agradable para los dos.

Si hablamos del dormitorio de un niño, aconsejamos que dentro de lo posible elijas la habitación más luminosa y acogedora, pues el niño pasará largos ratos en ella. En los primeros momentos para jugar, pero cuando pase el tiempo, estudiará, escuchará su música preferida, tendrá sus ratos de lectura, invitara a sus amigos y realizara un montón de actividades en su cuarto. Todas estas distintas etapas y la variedad de actividades que el niño realizará en ella es algo que debes de tener en cuenta a la hora de elegir el mobiliario y la decoración. Y lo más importante, cuando el niño tenga edad suficiente, siempre debes pedir y tener en cuenta su opinión y sus gustos.

La habitación de un niño o de una persona joven tiene que dar la facilidad de tener todas las cosas ordenadas sin grandes complicaciones. Debe elegir materiales sencillos para su limpieza. Debe de dar el aspecto de amplia, luminosa y no recargada visualmente aunque realmente haya muchas cosas dentro. En definitiva tenemos que conseguir que nuestro pequeño sea el más feliz de los niños y se encuentre como un “rey”  en su cuarto.

La estancia más privada de la casa requiere una buena planificación para convertirse en un verdadero refugio para descansar y reponer fuerzas. Debemos tener en cuenta desde aspectos relacionados con la comodidad y la practicidad, como la elección de la cama y la distribución, hasta otros relacionados con el bienestar, como los materiales y el color elegido para las paredes.